Cazas del tesoro
Es una de las estructuras de actividad didáctica más populares entre los docentes que utilizan Internet en sus clases. Se trata de algo tan sencillo como una hoja de trabajo o una página web con una serie de preguntas y un listado de direcciones de Internet en las que los alumnos han de buscar las respuestas. Al final se debe incluir la gran pregunta, cuya respuesta no aparece directamente en las páginas web visitadas la cual exige integrar y valorar lo aprendido durante la búsqueda. Las cazas del tesoro son estrategias útiles para adquirir información sobre un tema determinado y practicar habilidades y procedimientos relacionados con las T.I.C. y con el acceso a la información a través de Internet. Además, permite mejorar la comprensión lectora del alumnado y enseñarles a buscar información en Internet.
El diseño
y estructura de la caza del tesoro consiste en los siguientes pasos que debe seguir
el docente entre ellos están:
- Identificar
una idea/concepto que queremos reforzar o introducir.
- Buscar
en la Web sitios que refuercen/introducen el concepto.
- Elaborar
cuestiones cuya respuesta el alumno encontrará en dichos sitios.
- Elaborar
una hoja de trabajo en formato html y ponerla en la plataforma, en la página
web.
Dicha hoja la estructuraremos en los siguientes apartados:
Introducción: donde
se le da al alumnado la información inicial de la actividad, en ella
describiremos la tarea y las instrucciones para llevarla a cabo. Hemos de
procurar motivarlo y despertar su interés mostrándola atractiva y divertida.
Preguntas: Haremos
un listado numerado de preguntas a contestar. Según la edad de los alumnos
estas pueden ser:
Preguntas
directas en el caso de alumnos más pequeños. Para formularlas,
deberíamos copiar y pegar las frases exactas que contienen la información
relevante que queremos que encuentren (una de cada página web de la lista de
recursos) y luego transformarlas en preguntas directas).
Preguntas
que impliquen actividades más complejas para alumnos más mayores.
Formularemos preguntas que impliquen actividades más complejas, relacionadas
con la lectura comprensiva, la inferencia, la reunión y organización de
información, la comparación, etc. Si planteamos pequeñas actividades, deben
poderse realizar con cierta rapidez: leer un mapa, efectuar un cálculo,
averiguar el resultado de una pequeña simulación, etc.
Recursos: Consisten
en una lista de sitios Web que el profesor ha localizado para ayudar al
estudiante a responder a las preguntas o realizar las actividades.
La
gran pregunta: Se trata de incluir una pregunta final,
global, cuya respuesta no se encuentre directamente en ninguna página de la
lista de recursos, sino que dependa de las respuestas a las preguntas
anteriores y de lo aprendido buscando las respuestas. Idealmente, debería
coincidir con un objetivo curricular y puede incluir aspectos valorativos y de
opinión sobre el tema buscado. Aquí podríamos trabajar normas, actitudes y
valores pidiendo que los alumnos reflexionaran sobre las implicaciones
personales, sociales, políticas, etc. del tema de la caza (si se presta a ello).
Evaluación: Se trata de hacer una descripción clara de qué y cómo se evaluará lo aprendido. La manera más sencilla de evaluar una caza es en función del producto: es decir, de la cantidad y calidad de los aciertos de los estudiantes. Sin embargo, es interesante establecer algunos indicadores de la calidad del proceso: grado de elaboración de las estrategias de búsqueda, originalidad, trabajo en equipo, manejo de la tecnología, etc.
Una práctica recomendable es corregir la caza entre todos y dar oportunidad de que aquellos alumnos que no han encontrado las respuestas o las han elaborado poco, la rehagan con la colaboración del docente.
Créditos:
Se
trata de hacer un listado de fuentes de las que hagas uso en tu
"caza" ya sean imágenes, texto o sonido, proporcionando enlaces a la
fuente original que exprese los agradecimientos a los proveedores de estos
recursos o de algún otro tipo de ayuda.
Ventajas
La
caza del tesoro cuenta con múltiples ventajas que son:
- Son
fáciles de crear y las búsquedas interactivas que deben realizar los alumnos
son divertidas y formativas.
- Pueden
implicar cualquier área curricular de forma simultánea. Sirven para consolidar
los conocimientos que queremos que tengan los alumnos acerca de un tema y al
mismo tiempo ofrecen a los alumnos conocimientos tecnológicos.
- Se
pueden utilizar como actividades que impliquen a toda la clase, en grupos o de
forma individual.
- Rompen
los límites del aula tradicional, mejoran el hábito de lectura y revaloran en
gran medida el texto escrito y la destreza mental y operativa en los
procedimientos de tratamiento de la información.
- Permiten
que el alumno descubra la posibilidad que le ofrece la Red para la solución
rápida de sus dudas y entienda el ordenador como una herramienta más a la hora
de adquirir conocimientos.
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